El Fotógrafo Miles Aldridge Inaugura su Primera Retrospectiva Estadounidense

By Sebastian Cabrices

5 May 2021

Conocido por su trabajo con Vogue, el fotógrafo de moda británico de las imágenes impactantes presenta 64 obras durante la apertura de la feria Frieze New York.

 

La sensibilidad cinemática, la colorización ácida y sus modelos estáticas, definieron el estilo fotográfico único con el que Miles Aldridge contó durante años las historias más conmovedoras de la moda. El fotógrafo de moda británico ganó prominencia a mediados de los 90, tras encontrar un espacio para su estética -aún no bien recibida en Londres- en las publicaciones hechas en Nueva York.

 

Lo conmovedor de las imágenes de Aldridge no está siempre relacionado con el romanticismo, quizás nunca, dado que descifró que para que una imagen de moda sea realmente icónica, debe tener elementos que hagan al espectador detenerse a consumir la historia; como la provocación.

 

Aunque Miles reconoce que se acerca a muchas temáticas con cinismo, no está exento de la fascinación. Recuerda con particular nostalgia un viaje en tren por Italia durante sus tiempos como estudiante, ‘un amorío entre un inglés y la cultura italiana’, como él mismo lo describe. El artista dice haber conocido la perplejidad en la galería Uffizi, donde las obras de Botticelli y Piero della Francesca inspiraron algunos de los aspectos que luego buscó integrar a su trabajo fotográfico, ‘el sentido de una imagen enigmática y no del todo comprensible a primera vista’.

 

Dentro del marco de la feria de arte contemporáneo Frieze Nueva York, el trabajo de Miles Aldridge regresa a la ciudad para su primera retrospectiva estadounidense en las salas del museo Fotografiska. Conversamos con el famoso fotógrafo acerca de la exhibición que presenta, titulada Virgin Mary. Supermarkets. Popcorn. Photographs 1999 to 2020, una muestra que revisa tres de las temáticas recurrentes en su trabajo; las imágenes religiosas, la sociedad de consumo y la influencia del cine en su obra.

 

Al tener su primera retrospectiva estadounidense, ¿se siente como estar allí, en Nueva York, por primera vez?

 

Es súper emocionante, a pesar de que no voy a estar ahí ha habido muchas cosas que hacer desde Londres para lograr que el show se vea tan bien como se pueda. Hemos hecho algunos videos, embalado unos 100 de mis libros para la librería… Mucho trabajo tras bastidores. Si no fuera por Covid estaría en Nueva York, sería emocionante estar en la apertura del show, más espero lograr ir en julio para la firma de mi nuevo libro.

 

Espero que el libro llegue a Florencia, y que te tengamos por acá firmándolo también…

 

¿Estás en Florencia?, ¡qué hermoso! No me imagino un lugar más impresionante para vivir. He estado varias veces en mi vida, sobre todo cuando era estudiante, hice un viaje en tren por Italia con mi novia.

 

Sí, es fascinante. El estar acá me ha hecho entender muchas cosas de tu trabajo, mucho de los alrededores traducido a tus fotografías.

 

Claro, la escuela del principio del renacimiento es bastante inspiradora para mí y para mi trabajo, por esta combinación de belleza extrema e increíbles imágenes mitológicas que son inexplicables. Algunos elementos de estas imágenes van más allá de la comprensión, tienen un atractivo increíble porque no los entendemos. Ese aspecto del arte es algo que trato de inculcar en mi propio trabajo. El sentido de una imagen enigmática y no del todo comprensible a primera vista. De alguna forma esto me separó de muchos de mis contemporáneos en la fotografía de moda.

 

Para que la belleza exista, en una fotografía o en la vida, ¿qué tiene que pasar?

 

Creo que lo que es realmente hermoso es cuando algo es fresco y nuevo a la vista. La belleza es un aspecto elusivo que estamos tratando de perseguir y del que nos queremos sentir satisfechos. Para que algo sea hermoso, tiene que lograr eludir y ser difícil de comprender, debe sentirse preciado y especial. Y eso es difícil de hacer en los medios masivos y en la industria de la moda, los requisitos son difíciles. Es imposible que por ejemplo, una revista, tenga todos los meses solo belleza en sus páginas, que todo sea sobre belleza, porque luego vienen los requisitos comerciales de las imágenes.

 

Es algo que pasa con las cosas que se creen únicas y la reproducción, con los medios, todo pasa por tantos filtros que en vez de ser mejor, como se busca, solo pierde su calidad.

 

Absolutamente. Cuando trabajaba en revistas de moda, yo siempre pensé que mi trabajo era evitar que la gente hojeara las revistas, quería que pasaran la página y se detuvieran a mirar realmente la foto, y eso es difícil de hacer solo con la belleza. Descubrí que es más posible cuando la imagen tiene un elemento de provocación.

 

Fue por esto que creé una especie de mantra, un modus operandi, que era la idea de que las imágenes que quería hacer siempre serían de un tema bastante perturbador, pero muy hermosamente hecho. Había equilibrio. En mi trabajo, se trataba de equilibrar la belleza con elementos perturbadores.

 

La imagen de moda se ha vuelto mucho más digerible, ¿crees que todavía tiene espacio para imágenes impactantes, agresivas, crudas; pero bellas?

 

¡Eso espero! Creo que el rol de las revistas en la sociedad cambia todo el tiempo, si nos remontamos al comienzo mismo de Vogue, vemos que era una biblia para que las mujeres jóvenes entendieran cómo vivir en sociedad. Pero cuando estuve trabajando con Franca Sozzani en Vogue Italia, por ejemplo, como por 16 años, mi rol fue crear, a través de imágenes, declaraciones poderosas sobre temas como la vida de las modelos. Pero haciéndolo divertido, con cierto humor negro y sobre todo que fuera nuevo. Siempre fue importante que fuera nuevo.

 

Franca siempre me recordaba que la palabra en italiano para fashion, que es moda, viene del latín ‘aquí y ahora’. Por lo tanto, es bueno recordar siempre que la moda se trata del aquí y el ahora y siempre debes estar pensando en el mundo en el que vives como fotógrafo y cómo registrarlo.

 

¿Cuál fue tu respuesta a esto?

 

Mi respuesta fue tener una visión cínica del lujo, la riqueza y el éxito. 10 años antes que yo, los fotógrafos celebraban el éxito, el lujo y la riqueza, pero cuando yo comencé a tener la oportunidad de hablar de eso, siempre fui muy cínico, porque las personas que conocía que eran ricas o famosas eran muy infelices, así que el mensaje, lo que yo te estaba comunicando, era que esas cosas que quieres comprar y poseer, para cambiarte a ti mismo, en realidad no te cambian. No cambian quién eres en esencia.

 

¿Cómo fue ser uno de los colaboradores frecuentes de Franca Sozzani? Cuando veo tu trabajo, inmediatamente pienso en ella.

 

Franca fue una mujer asombrosa, con una visión singular. Era también increíblemente bella, como de una pintura de Botticelli, pequeña, pero muy poderosa. Ella entendía a la perfección el poder de las imágenes, y sabía que era la forma de vender la revista más allá de las fronteras de Italia.

 

Una vez me dijo ‘la única forma de competir en el mundo de Vogue es con imágenes, que no necesitan traducción’, entonces hizo de su revista completamente acerca de imágenes, dándole a los fotógrafos completa libertad, y dándoles esta libertad, ellos podrían ir lejos con su imaginación. Creo que por eso fue tan exitosa. Franca fue como una madrina para el grupo de fotógrafos que constantemente trabajaban con ella, nos dejaba experimentar, pero si ibas muy lejos, también te lo haría saber.

 

Me imagino, sin embargo confiaba en ti. Recuerdo un video en el que Franca dice que ella era una Medici y tú eras el pintor, pero que el palazzo seguía siendo suyo.

 

¡Claro! La revista seguía siendo su palazzo, es completamente cierto. Yo todavía pienso que la relación entre el artista y su patrón es bastante sensible. Por ejemplo, como hablábamos al principio, todos estos grandes artistas como Caravaggio y Miguel Ángel, todo su trabajo estaba hecho para este gran patrón que era la iglesia católica, o en los tiempos de Rembrandt eran las personas ricas a las que retrataba…

 

¿Tú consideras que Franca fue tu patrona?

 

Absolutamente, y qué grandiosa la patrona que tuve, esta nueva exhibición de Fotografiska no existiría sin Franca, sin duda. Muchas de las imágenes fueron originalmente hechas para Vogue Italia.

 

Con Supermarkets, abordas temas como la terapia de retail y el consumismo. ¿Crees que esta necesidad de mejora de la imagen crecerá después de un período de “deterioro”?

 

Ciertamente, la gente está emocionada por salir otra vez y ser vistos, de ser fotografiados en fiestas, es un rasgo humano el querer vernos lo mejor posible. Es completamente aceptable, es una terapia, y de alguna forma siento que esto nunca paró, cuando ves los periódicos lees que la gente ha seguido comprando online. Es algo que no es nuevo para nosotros, como en estas pinturas de las que hablábamos, la gente llevaba esta ropa hermosa cubierta de oro y bordados, había un proceso de embellecimiento. Desde que los humanos han tenido espejos han interesado en estas cosas.

 

Si pudieras fotografiar la situación que atravesamos, o que estamos atravesando, y pudieras ponerle un concepto y un sujeto, ¿qué y quién serían?

 

Que pregunta tan buena. A ver, creo que lo que ha sido más obvio ha sido la falta de tacto y la falta de expresar esto en público, por ejemplo, yo vivo en Londres, una ciudad vibrante y llena de gente. Normalmente verías por la ciudad parejas tomadas de la mano, abrazadas, besándose en público; es una ciudad llena de amantes, amigos, compañeros. Esto es algo que ha sido bastante obvio para mí como cambio, entonces creo que sería algo entre estas líneas.

 

Yo amo ir al cine, al teatro, a la ópera o el ballet, y no poder ir me recuerda a estos grandes espacios vacíos como el Royal Opera House llenos de gente. Puedo ver una imagen de un teatro, con pocas personas sentadas muy separadas, como en una pintura de Edward Hopper, con mucho espacio de por medio. Eso se siente como un momento actual.

 

Suena como una imagen con mucha lejanía.

 

Sí, remoto incluso estando en la misma habitación, sin comunicarse. Esta falta de comunicación es algo que ha estado incluso en mi trabajo pre-pandemia de todas formas, yo buscaba exaltar esta idea de que la gente siempre tiene malentendidos. Creo que fue Harold Pinter que dijo ‘las palabras son estas cosas que usamos para no comunicarnos con la gente’, refiriéndose a que todo lo que decimos puede ser entendido como lo contrario. Como una pareja que dice te amo, puede entenderse como otra cosa. Las palabras pueden hacer daño.

 

Amor, ¿hay amor en el trabajo de Miles Aldridge?

 

Wow, el amor, ¿cómo fotografías el amor? Es bastante difícil, me cuesta pensar en fotos que lo comuniquen muy bien. El amor suele ser bastante cursi en las fotografías. Es posiblemente una de las cosas más difíciles de comunicar en imágenes. Hay unos sonetos de Shakespeare que son todos acerca del amor, y es la escritura más complicada e intrincada hecha por la humanidad. A lo que me refiero con esto es que la idea es muy elusiva y difícil de aterrizar, es peculiar para cada quién, porque no hay solo un tipo de amor.

 

¿Alguna vez fotografiarías una historia de amor?

 

Lo he hecho, aunque son bastante cursis, bastante malas. Se reduce a hombre y mujer, besándose, ya sabes. Aunque hay un par de historias así, una es del libro de Raymond Carver What We Talk About When We Talk About Love. Una pareja tiene un accidente de auto y están vendados en el hospital, uno al lado del otro, él está molesto porque las vendas no le permiten verla a ella, y para él, amor es poder verla.

 

El Fotógrafo Miles Aldridge Inaugura su Primera Retrospectiva Estadounidense

Enquire

To learn more about this artwork, please provide your contact information.

Subscribe to the Miles Aldridge newsletter

By sharing your details you agree to our Privacy Policy

Thank you for your enquiry, we will be in touch shortly.

Close

Subscribe

For information on upcoming exhibitions, events and books, subscribe to the Miles Aldridge newsletter below.

By sharing your details you agree to our Privacy Policy

Thank you for subscribing!

Close